Este jueves, el ciclista Nairo Quintana anunció oficialmente su retiro del ciclismo profesional, cerrando una etapa gloriosa que marcó un antes y un después en la historia del deporte colombiano.
A sus 34 años, y luego de más de una década en la élite del ciclismo mundial, el boyacense pone fin a su carrera como corredor, dejando un legado imborrable para el país. Con títulos en el Giro de Italia 2014, la Vuelta a España 2016 y múltiples podios en el Tour de Francia, Nairo se consolidó como uno de los escaladores más brillantes de su generación y uno de los ciclistas más importantes de América Latina en todos los tiempos.
En una rueda de prensa emotiva, Quintana expresó: “Hoy no me bajo de la bicicleta, me bajo del pelotón profesional. Me voy con la frente en alto, agradecido con Colombia y con todos los que creyeron en mí desde que era un niño en las montañas de Cómbita.”
Durante los últimos años, Nairo enfrentó lesiones, sanciones y una pausa en su trayectoria, pero nunca dejó de ser un referente para millones de colombianos que lo vieron luchar, etapa tras etapa, contra los mejores del mundo.
Su impacto trasciende lo deportivo: fue símbolo de lucha, disciplina y orgullo nacional. Inspiró a una nueva generación de ciclistas colombianos que hoy brillan en Europa gracias al camino que él ayudó a abrir.
Aunque deja el ciclismo profesional, Nairo no descarta seguir vinculado al deporte: “Seguiré pedaleando desde otro lugar. El ciclismo siempre será parte de mi vida.”
Con su retiro, se despide una leyenda. Gracias, Nairo, por hacer soñar a todo un país.