El fútbol sudamericano vuelve a ser noticia mundial, pero esta vez no por el fútbol en sí, sino por un bochornoso acto que le está dando la vuelta al mundo, en una de las batallas campales más graves y sangrientas de los últimos años en lo que refiere al balonpie mundial.
Luego de que la U de Chile ganara 1-0 como local ante Independiente por la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana, viajó a Argentina para sellar la clasificación en el partido de vuelta. La U de Chile empezó adelantadose al minuto 11’ poniendo el 0-2 momentáneo en el global, esta diferencia obligó a Independiente a buscar el partido con más intensidad poniendo el 1-1 al minuto 25’ y el 1-2 en el global.
El partido se fue así al descanso y todo transcurría con total normalidad hasta que a los 2 minutos de reanudarse ocurrieron los actos que marcarían la noche. La pelea comenzó cuando los hinchas chilenos robaron una bandera de Independiente, esto provocó las primeras peleas y fue el inicio del caos en una larga y violenta noche, ya que los hinchas de Independiente que estaban ubicados debajo de ellos no tenían ningún tipo de protección física ni policial.
La voz del estadio pidió a los hinchas chilenos que abandonarán la tribuna y hasta los amenazaron con posibles sanciones, pero los hinchas de la U, no solo no se marcharon sino que empezaron a tirar objetos, como palos, piedras, orina, caca, un inodoro y una bomba de estruendo, objetos que hirieron a varios hinchas de independiente que intentaron escapar del lugar.
El partido que hasta ese momento se había jugado con normalidad se paró al minuto 47’ con la intención de que continuara cuando los chilenos abandonaran el lugar por voluntad propia, ya que no intervinieron ninguno de los 650 policías presentes en el aérea. Ante la continuidad de los actos y la demora en la reanudación los hinchas de Independiente apuraron a la barra “ Andá a buscarlos, la p*** que te parió y “la barra tiene miedo” fueron los cánticos que se escucharon.
Los jugadores de ambos equipos abandonaron el campo y el partido se suspendió parcialmente mientras los hinchas de la U salían poco a poco y cuando parecía que se acababa el escándalo, la barra de Independiente saltó a la tribuna visitante y desató el caos que le está dando la vuelta al mundo, golpeando con violencia a los pocos chilenos que quedaban, algunos fueron apuñalados y otro fue acorralado al punto de que se vio obligado a saltar al vacío del estadio.
Ahí fue cuando la policía por fin entró y finalmente acabó con una noche de terror que dejó 300 detenidos, 19 heridos (algunos de muchísima gravedad) y aunque al inicio se mencionó que hubieron 3 muertos, este dato todavía no se ha confirmado.
Debido a lo ocurrido y a la gravedad del mismo, la Conmebol a decidido cancelar el partido y no se reanudará, obviamente en estos casos el fútbol pasa a un segundo plano, pero todavía falta por definir que pasará con Alianza Lima que era el rival que esperaba al ganador de los dos, si pasa directamente a semifinales, o si jugará su llave de cuartos contra uno de los mejores perdedores de los octavos.