En el Mundial Sub-20 de Chile 2025, el apellido Aristizábal vuelve a sonar fuerte en la Selección Colombia. Esta vez no es Víctor Hugo, el histórico goleador de la Tricolor, sino su hijo Emilio Aristizábal, quien porta el número 9 con la ilusión de dejar su propia huella en el fútbol colombiano.
Emilio, formado en Atlético Nacional y actualmente figura de Fortaleza CEIF, ha demostrado que el talento corre por sus venas. Aunque lleva el peso de un apellido legendario, su enfoque está en construir su propio camino.
“Quiero que me reconozcan por lo que yo hago en la cancha, no solo por ser el hijo de Víctor Hugo”, ha dicho en entrevistas recientes.
Emilio fue titular en el debut ante Arabia Saudita y volvió a tener minutos frente a Noruega, mostrando movilidad, potencia y hambre de gol. Aunque aún no ha anotado, su presencia en el área genera peligro constante y es clave en el esquema de César Torres.
Víctor Hugo Aristizábal ha estado presente en las tribunas, alentando a su hijo con orgullo. Las cámaras lo captaron emocionado durante el himno nacional, reviviendo sus propias gestas con la camiseta amarilla.
“Ver a Emilio con la Selección es el mayor logro que puedo tener como padre”, expresó el exdelantero.
Aunque Emilio aún está en proceso de consolidación, muchos ya lo ven como una promesa para el futuro de la Selección de mayores. Su estilo combina potencia, técnica y visión, y si continúa su evolución, podría convertirse en el nuevo referente ofensivo de Colombia.
El número 9 tiene historia, peso y emoción. Y Emilio Aristizábal está listo para escribir el próximo capítulo.