Miguel Ángel Russo es sinónimo de respeto, compromiso y éxito en el fútbol. Con una carrera que se extendió por más de cuatro décadas, primero como jugador y luego como entrenador, el bonaerense se ganó el reconocimiento del ambiente futbolero con títulos, hazañas y una conducta muy especial que trascendió camisetas.
Como jugador, Russo fue un emblema de Estudiantes de La Plata, donde jugó durante 14 temporadas consecutivas en la Primera División. Disputó 420 partidos, anotó 11 goles como mediocampista central y fue parte fundamental de un equipo que dejó una huella en los años 80. Compartió mediocampo con figuras como Marcelo Trobbiani, José Daniel “Bocha” Ponce y Alejandro Sabella, en uno de los conjuntos más recordados de esa época. Con el “Pincha” ganó dos títulos: el Campeonato Metropolitano de 1982, con Carlos Bilardo como técnico, y el Nacional de 1983, ya con Eduardo Luján Manera al mando. También representó al club en torneos internacionales y se retiró en 1989 como uno de los jugadores con más partidos en la historia de la institución.
Después de retirarse del fútbol Russo se fue a la dirección técnica y construyó una trayectoria que lo llevó a dirigir más de 1.000 partidos en 16 clubes de ocho países diferentes. Su carrera como DT comenzó en Lanús, en la temporada 1989/90, y no tardó en cosechar títulos. En el ascenso logró tres campeonatos del Nacional B: con Lanús en 1991-92, con Estudiantes en 1994-95 y con Rosario Central en 2012-13. Ya en la Primera División, levantó cuatro títulos más: el Torneo Clausura 2005 con Vélez, la Superliga 2019-20 y la Copa de la Liga 2020-21 con Boca, y más recientemente la
Copa de la Liga 2024 con Rosario Central.
Pero sin dudas, el título más recordado de su carrera como entrenador fue la Copa Libertadores que ganó con Boca Juniors en 2007. Aquel equipo, liderado por Juan Román Riquelme y con figuras como Martín Palermo, aplastó a Gremio en la final con un global de 5-0, marcando el mayor margen de diferencia en una definición del certamen continental.
Su paso por el exterior también tuvo momentos de brillo, sobre todo en Millonarios de Colombia, donde se consagró campeón del Torneo Finalización 2017 y de la Superliga 2018. Además, dirigió en otros países como Chile, España, México, Perú, Paraguay, Arabia Saudita y, por supuesto, en casi todos los rincones del fútbol argentino. Estuvo al frente de equipos como Estudiantes, Boca, Rosario Central, Vélez, Racing, San Lorenzo, Colón, Los Andes y Lanús, entre otros. En el extranjero pasó por Universidad de Chile, Salamanca, Morelia, Millonarios, Alianza Lima, Cerro Porteño y Al-Nassr.
Más allá de los trofeos, Russo siempre fue reconocido por su forma de trabajar, su bajo perfil y su capacidad para liderar grupos. En Boca, además de los títulos, tuvo el mérito de haber eliminado dos veces a River por penales en etapas clave, rompiendo una racha adversa en los mano a mano frente al equipo de Marcelo Gallardo. También supo llegar a semifinales de la Copa Sudamericana 2005 con Vélez, mostrando que todavía se manteniéndose vigente en el plano internacional.