El 13 de noviembre de 2007 quedó grabado en la memoria del fútbol cartagenero. En el estadio Jaime Morón León, Real Cartagena enfrentaba al Deportivo Pasto en un partido que, aunque ya no definía su permanencia en la máxima categoría, sí reflejaba el orgullo y la pasión de una afición que nunca abandona a su equipo.
El marcador final fue un vibrante 3-3, pero el resultado pasó a un segundo plano frente a un momento que aún hoy se recuerda con emoción: el pepazo de Óscar Miguel Castillo Ocampo “el mantequilla Castillo”, quien debutaba como jugador profesional.
Lo que parecía el inicio de un sueño se convirtió en una página dorada del balompié local. Ese tanto, nacido de la inspiración y el talento cartagenero, fue elegido entre los cinco mejores goles de Sudamérica por ESPN, compartiendo espacio con jugadas de figuras y ligas de talla continental.
Un reconocimiento que llevó el nombre de Real Cartagena y de toda la ciudad más allá de nuestras fronteras.
Hoy, años después, ese gol sigue vivo en la memoria de quienes lo celebraron desde la tribuna o frente al televisor.
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