

La fiebre por la final de la Liga BetPlay II 2025 alcanzó su punto máximo este martes, cuando la boletería para el primer duelo entre Junior de Barranquilla y Deportes Tolima se agotó en tiempo récord. El partido, programado para este viernes a las 8:00 p. m. en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, promete ser una verdadera fiesta del fútbol colombiano, con más de 46 mil aficionados alentando desde las tribunas.
El operador de boletería W Arena informó que hacia las 3:30 p. m. más de 60 mil personas permanecían en fila virtual intentando conseguir entradas, pero la demanda superó ampliamente la oferta. Las localidades de norte y sur fueron las primeras en desaparecer, incluso antes del mediodía, y antes de las 4:00 p. m. ya no quedaban tiquetes disponibles en ninguna tribuna.
Los únicos hinchas que aún tienen asegurada su presencia son aquellos que compraron abonos durante la temporada regular y los cuadrangulares semifinales. Ellos cuentan con plazo hasta el miércoles a las 6:00 p. m. para hacer efectiva su reserva y garantizar el ingreso al estadio.
La situación generó frustración entre miles de aficionados que esperaron largas horas en la fila virtual sin éxito. En redes sociales se multiplicaron las quejas, especialmente por la presencia de revendedores que ya ofrecen entradas a precios elevados. Este fenómeno, recurrente en partidos de alta demanda, ha encendido el debate sobre la necesidad de controles más estrictos en la venta de boletería digital.
El Metropolitano vivirá su tercer lleno consecutivo, después de los partidos frente a Nacional y América, lo que confirma el respaldo masivo de la hinchada rojiblanca en esta recta final del campeonato. El ambiente en Barranquilla es de fiesta total: calles adornadas con banderas, caravanas de hinchas y una ciudad que respira fútbol en cada esquina.
En lo deportivo, Junior llega con la ilusión de conquistar su undécima estrella, respaldado por una nómina que ha mostrado solidez en los cuadrangulares. Por su parte, Tolima arriba con confianza y motivación, decidido a dar la sorpresa en territorio ajeno y demostrar por qué es considerado uno de los rivales más difíciles del fútbol colombiano.
La expectativa es enorme: se enfrentan dos equipos con historia, aficiones apasionadas y un título en juego. El viernes, el Metropolitano será testigo de un capítulo más en la rica tradición del balompié nacional, con un duelo que promete emociones, intensidad y un marco espectacular.