Este 18 de agosto, en el USTA Billie Jean King National Tennis Center de Nueva York, el colombiano Daniel Elahi Galán se enfrenta al neerlandés Guy Den Ouden en los cuartos de final de la fase previa del US Open. El partido está programado para las 2:30 p.m. (hora local) y promete ser un choque de estilos, carácter y aspiraciones.
Galán, número 144 del ranking ATP, llega con una racha positiva tras superar dos rondas previas y dejar atrás una dura derrota ante Jannik Sinner en Cincinnati. Su juego agresivo desde el fondo de la cancha, combinado con una madurez táctica cada vez más evidente, lo convierten en uno de los latinoamericanos más sólidos del circuito. Para él, este torneo no solo representa una oportunidad de avanzar al cuadro principal, sino también de reafirmar su lugar entre los mejores.
Guy Den Ouden, actual número 157 del mundo, también llega encendido. Con tres victorias en sus últimos cinco partidos, el neerlandés ha demostrado consistencia y capacidad de adaptación en superficie dura. Su estilo más directo y su capacidad para cerrar puntos rápidamente lo hacen un rival peligroso, especialmente en partidos cortos donde cada error cuenta.
Las cuotas previas al encuentro reflejan la expectativa: Galán parte como favorito con 1.48, mientras que Den Ouden se ubica en 2.55. Pero en el tenis, las estadísticas no siempre dictan el resultado. Lo que se juega en Nueva York va más allá de los números: es el sueño de estar en el cuadro principal de un Grand Slam, de competir en las grandes luces, de escribir una página más en la historia personal de cada jugador.
Para Galán, este partido también tiene un tinte emocional. Representar a Colombia en uno de los escenarios más emblemáticos del tenis mundial es una responsabilidad que asume con orgullo. Su presencia en torneos como Wimbledon, Roland Garros y ahora el US Open ha sido símbolo de perseverancia y evolución. Y cada paso que da en la cancha es también un mensaje para los jóvenes tenistas del país: se puede llegar, se puede competir, se puede soñar.
El duelo está servido. Dos jugadores en ascenso, dos estilos distintos, un mismo objetivo. Que hable la raqueta. Que se escuche Colombia.