La historia de la Selección Colombia Femenina en los Juegos Olímpicos es una travesía marcada por el esfuerzo, la evolución táctica y el crecimiento del fútbol femenino en el país. Desde su debut en Londres 2012 hasta su histórica clasificación a Los Ángeles 2028, el equipo ha enfrentado desafíos deportivos y estructurales, pero también ha cosechado logros que han resonado en todo el continente.
La primera participación olímpica llegó en 2012, tras un destacado desempeño en la Copa América 2010, donde Colombia obtuvo el subcampeonato y uno de los dos cupos disponibles para Sudamérica. En Londres, la Tricolor compartió grupo con potencias como Estados Unidos, Francia y Corea del Norte. Aunque no logró sumar puntos ni marcar goles, su presencia fue histórica: por primera vez, el fútbol femenino colombiano pisaba el escenario olímpico. El equipo mostró entrega y compromiso, y aunque los resultados no acompañaron, el impacto simbólico fue profundo. Catalina Usme, Yoreli Rincón y Daniela Montoya fueron algunas de las referentes que empezaron a construir el legado de las “Superpoderosas”.
Cuatro años después, en Río 2016, Colombia regresó con mayor experiencia y una generación más consolidada. El equipo, dirigido por Felipe Taborda, enfrentó nuevamente a Estados Unidos y Francia, además de Nueva Zelanda. Aunque las derrotas ante las oceánicas y las europeas complicaron la clasificación, el empate 2-2 frente a Estados Unidos dejó una huella imborrable. Catalina Usme se convirtió en la primera colombiana en marcar en unos Juegos Olímpicos, y lo hizo por partida doble, con dos goles de tiro libre que vencieron a la legendaria arquera Hope Solo. A pesar de no avanzar a la siguiente fase, el equipo mostró carácter, evolución táctica y una identidad de juego más definida.
La tercera participación llegó en París 2024, y con ella, el mejor desempeño olímpico hasta la fecha. Colombia clasificó como una de las mejores terceras del torneo, superando a selecciones como Australia por diferencia de gol. En la fase de grupos, enfrentó a Francia, Nueva Zelanda y Canadá. El equipo logró una victoria clave ante las francesas y un empate ante las neozelandesas, cayendo por la mínima ante Canadá. A pesar de la derrota, la Tricolor avanzó a cuartos de final, consolidando su crecimiento competitivo. Jugadoras como Linda Caicedo, Mayra Ramírez y Katherine Tapia brillaron en un equipo que ya no solo participaba, sino que competía de tú a tú con las mejores del mundo.
La clasificación a Los Ángeles 2028, obtenida tras vencer a Argentina en la semifinal de la Copa América 2025, representa mucho más que un cupo olímpico. Es el reflejo de un proceso sostenido, de una estructura que ha ido madurando y de una generación que ha sabido combinar talento, disciplina y resiliencia. Colombia se prepara para su cuarta participación olímpica con la ilusión de superar lo logrado en París y seguir escribiendo historia.
Este recorrido olímpico no solo ha fortalecido la visibilidad del fútbol femenino en Colombia, sino que ha inspirado a nuevas generaciones de niñas y jóvenes que sueñan con vestir la camiseta tricolor. El camino ha sido largo, con obstáculos y aprendizajes, pero también con momentos de gloria que han quedado grabados en la memoria colectiva del país. La Selección Colombia Femenina ha demostrado que con trabajo, convicción y pasión, los sueños olímpicos pueden convertirse en realidad.