Los Ángeles, en un movimiento que marca un antes y un después en el mundo del deporte, la familia Buss ha concretado la venta de la icónica franquicia de baloncesto de los Ángeles Lakers, el comprador es Mark Walter, empresario estadounidense y dueño también de los Dodgers de Los Ángeles, que pagó la cifra récord de 10.000 millones de dólares, consolidando así una de las transacciones más grandes en la historia del deporte profesional.
La familia Buss, que ha estado al mando de los Lakers desde 1979 cuando Jerry Buss adquirió el equipo por 67,5 millones, pone fin a más de cuatro décadas de gestión que convirtieron a los Lakers en una verdadera dinastía con 11 campeonatos de la NBA, y en un equipo sinónimo de grandeza y espectáculo. Durante este tiempo, la franquicia contó con figuras legendarias como Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Kobe Bryant y LeBron James, que hicieron vibrar a millones de fanáticos alrededor del mundo.
Jeanie Buss, presidenta actual de la organización, seguirá vinculada al equipo y supervisará el proceso de transición para garantizar que la esencia y los valores de la franquicia se mantengan, Además, continuará formando parte del consejo directivo de la NBA, lo que asegura la presencia de la familia Buss en la toma de decisiones de la liga.
Por su parte, Mark Walter amplía con esta adquisición su portafolio deportivo, que ya incluye al equipo de béisbol Los Ángeles Dodgers, el club de fútbol inglés Chelsea FC y el equipo Cadillac en la Fórmula 1. La expectativa es alta entre los seguidores de los Lakers, quienes esperan que esta nueva etapa mantenga la tradición ganadora y la conexión con la comunidad que han caracterizado al equipo durante tantos años.
Este cambio de manos llega en un momento clave para la NBA, en medio de una competencia cada vez más global y un mercado deportivo en plena expansión, los Lakers con su nueva dirección, apuntan a seguir siendo protagonistas dentro y fuera de la cancha, consolidando su legado como una de las franquicias más emblemáticas del deporte mundial.