En un despliegue de tradición y sabor, el Centro Comercial de Parque Heredia se convirtió en el epicentro de la cultura bolivarense con una nueva edición de MercaBolívar. La jornada, que estaba prevista para arrancar a las nueve de la mañana, tuvo que adelantar su apertura a las siete para recibir a los cientos de cartageneros que, desde temprano, esperaban ansiosos para abastecerse de los productos más frescos del departamento.
Más que un simple mercado, MercaBolívar es un puente directo entre el campo y la ciudad. Es una celebración que despierta en cada visitante el orgullo de ser parte de un territorio rico en diversidad y abundancia.
Un viaje por el campo bolivarense en un solo lugar
Más de cuarenta asociaciones agropecuarias, provenientes de municipios como San Jacinto, Turbaco, María La Baja, y Arjona, dieron vida a esta vitrina de productos. Los pasillos se llenaron de aromas a plátano recién cortado, yuca, ñame, quesos artesanales, pescado fresco, miel y delicias locales como los bollos de mazorca y los sueros.
“El éxito fue total. Al mediodía ya habíamos superado todas las expectativas. MercaBolívar es la muestra de que nuestra gente campesina tiene lo mejor para ofrecer y que Cartagena responde con entusiasmo”, afirmó Víctor Méndez Galvis, secretario de Agricultura de Bolívar.
Las voces del campo: el corazón de MercaBolívar
Para los productores, este evento es una oportunidad vital. Jorge Luis Simanca, de la Asociación Agropecuaria La Esperanza de Arjona, compartió su gratitud. “Este mercado es una vitrina que nos permite mostrar lo que cultivamos con nuestras propias manos. Aquí nos damos a conocer y logramos contactos que son vitales para crecer”.
Fidel Torres Ardila, representante de la Asociación de Pescadores de Mahates (Asopema), destacó la importancia del evento para su negocio. “Gracias a estos espacios podemos vender y, sobre todo, dar a conocer el trabajo de nuestras asociaciones. Esto es una ayuda inmensa para el campo bolivarense”.
El sabor de lo nuestro en cada compra
Los consumidores celebraron la experiencia. Carlos Julio Peña, un empresario cartagenero, describió su sentir: “Encontramos productos frescos, de calidad, a buenos precios y con la calidez de nuestra gente. Es un evento que ojalá se repita siempre”.
Este sentimiento es precisamente lo que el gobernador Yamil Arana busca fomentar: el orgullo de consumir productos locales y valorar el esfuerzo de las familias que los cultivan.
MercaBolívar no es solo una transacción; es un símbolo de identidad que une a la Cartagena urbana con el Bolívar rural. Es una ventana que recuerda que el departamento tiene la capacidad de abastecerse con sus propios recursos, fortaleciendo así la soberanía alimentaria.
En cada queso de capa y en cada panela que se vende, se esconde la historia de hombres y mujeres que, con su trabajo diario, mantienen viva la riqueza agrícola de Bolívar.
El verdadero éxito del evento no es solo la asistencia masiva, sino la certeza de que el campo bolivarense tiene un lugar protagónico en el presente y el futuro del departamento. MercaBolívar es orgullo, es identidad, es el campo latiendo en Cartagena. El mercado continuará mañana en el mismo lugar.