El viernes 13 de Junio se disputó el juego 4 de las finales de la NBA, qué vio como vencedor a los Oklahoma City Thunder 111-104 sobre los Indiana Pacers. Con esta victoria Oklahoma iguala la serie 2-2 y ahora tendrán la posibilidad de remontarla en el juego 5 en el que jugarán como local.
Por parte de Indiana, dejaron escapar una oportunidad de oro jugando como local y poner el 3-1 en la serie lo que hubiera marcado una liquidación definitoria, porque en la historia de las finales de la NBA, 36 veces un equipo puso el 3-1 en la serie, de esos 36 casos, 35 veces ese equipo terminó siendo campeón, solo una vez en la historia se remontó un 3-1 en las finales de la NBA, por lo que Indiana dejó escapar una chance valiosa.
Un partido que tuvo un acontecimiento histórico por parte de Oklahoma, por primera vez desde 1948, un equipo gana un partido en las finales de la NBA repartiendo 10 asistencias o menos combinando a todos los jugadores. Oklahoma ha terminado justo con 10 asistencias. Estadística que deja en claro que los jugadores de Oklahoma se rebuscaron sus propios puntos sin necesidad del apoyo colectivo.
Para tomar dimensión, la figura del partido fue Shai Gilgeous-Alexander, el flamante MVP repartió 0 asistencias en todo el encuentro, pero se despachó con 35 puntos, de los cuales 15 fueron en los últimos 4 minutos de partido, esto fue lo que permitió que Oklahoma remontara y se llevara la victoria, porque hasta el final del tercer cuarto, Indiana lideraba el partido por 10 puntos.
El Lunes se jugará el juego 6, que marcará otro desempate y dejará la serie servida al que gane el partido, recordemos que las series de playoff en la NBA se la termina llevando el primer equipo que gane 4 partidos, y el próximo encuentro podría ser la tercer victoria de cualquiera de los dos equipos, dejándolo a solo un partido de ser campeón.