De forma inesperada, se acabó el vínculo entre el entrenador argentino Gustavo Alfaro, y la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).
Alfaro decidió negarse a renovar su contrato para conducir los hilos del Seleccionado Ecuatoriano con miras a las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial del 2026.
El estratega comandó la notable campaña en el clasificatorio anterior, en el que consiguió el tiquete a la cita mundialista de forma anticipada y terminó cuarto en la tabla de posiciones con 26 unidades.
Posteriormente lideró una destacada participación en Qatar, en la que claramente dejó la sensación de haber merecido más, tras quedar en fase de grupos, al sumar cuatro puntos, producto de una victoria frente al elenco anfitrión, un empate frente a Países Bajos y una derrota ante Senegal.
El ambiente parecía ser el propicio para las negociaciones entre Alfaro y el presidente de la FEF, Francisco Egas. Sin embargo, a pesar de la cordialidad y las buenas relaciones entre ambos, no hubo acuerdo.
Condiciones que impidieron la renovación
La FEF tiene una deuda con Gustavo Alfaro y su cuerpo técnico. Para su continuidad, el adiestrador de 60 años quería que esta fuera saldada en su totalidad, exigencia que la Federación no le podía cumplir.
“Lechuga”, como era conocido el entrenador en su etapa de jugador, también pidió trabajar sobre un proyecto a largo plazo, con mayores garantías y mejores condiciones para los jugadores; solicitud que al parecer no hizo eco en la FEF.
De igual forma, la logística que se manejaría para este nuevo ciclo, sería similar a la del proceso de las Eliminatorias a Qatar, y para Alfaro, era necesaria una mejoría en la misma.
Esto sumado a otros factores, llevaron al seleccionador de origen argentino a dar un paso al costado.
Numeritos de Alfaro con Ecuador
Gustavo Alfaro asumió el 26 de agosto de 2020, dos semanas antes del arranque de las Eliminatorias. En la primera jornada cayó 1-0 contra Argentina en Buenos Aires.
El argentino dirigió 35 partidos con Ecuador, destacándose por la solidez defensiva y la contundencia en ataque: el seleccionado convirtió 44 goles, recibió 35 y se marchó con 13 partidos con la valla invicta.