El Estadio Eduardo Santos, inaugurado en 1951, fue durante décadas el epicentro del fútbol samario y la sede oficial del Unión Magdalena, primer campeón costeño del fútbol profesional colombiano. Sin embargo, hoy este histórico escenario se encuentra en estado de abandono, deteriorado y sin uso oficial desde hace más de una década.
El 3 de marzo de 2013, el Unión Magdalena disputó su último partido en el Eduardo Santos frente a Llaneros FC. Las condiciones estructurales del estadio ya no garantizaban la seguridad de los asistentes, lo que llevó a su cierre definitivo.
Desde su clausura, el estadio ha sido utilizado como escombrera, acelerando su deterioro. Las imágenes aéreas muestran una estructura colapsada, sin mantenimiento, y rodeada de desechos. A pesar de su valor histórico, no se ha concretado ningún proyecto de recuperación.
Con la elección de Santa Marta como sede de los Juegos Bolivarianos 2017, se construyó el Estadio Sierra Nevada, desplazando definitivamente al Eduardo Santos como escenario principal. Desde entonces, el antiguo estadio ha quedado relegado al olvido.
A la entrada del estadio permanece la estatua de Carlos “El Pibe” Valderrama, ícono del fútbol colombiano y orgullo samario. Aunque el lugar está en ruinas, sigue siendo un símbolo de identidad para los hinchas del Unión Magdalena y para la historia del fútbol costeño.
Hoy, el Estadio Eduardo Santos representa una pregunta abierta para Santa Marta: ¿preservar su legado o dar paso a una nueva etapa? Mientras tanto, su historia sigue viva en la memoria de quienes lo vieron vibrar con goles, ovaciones y gloria.